12 Salchichas frescas.
1 Cebolla
2 dientes de ajo ajos
1 vaso de vino blanco
2 hojas de laurel
Pimienta en grano
Aceite de oliva
Perejil
Un pizca de sal
Un pizca de romero y tomillo (opcional)
Picar la cebolla en trozos no muy pequeños o incluso en juliana. Picar los ajos.
Sofreír la cebolla y los ajos en abundante aceite de oliva. Añadir las salchichas una a una y freír dándoles la vuelta para que se hagan por todos lados y cojan un poco de color. Añadir el vino blanco hasta cubrir las salchichas, unos granos de pimienta, un par de hojas de laurel, sal y perejil picado.
Dejar cocer a fuego medio/lento hasta que reduzca el vino, al menos durante 15 minutos.
Si se quedaran muy secas y aún no están tiernas y en su punto, se le puede echar un poco de agua. Si viéramos que la salsa va a quedar muy líquida, podemos añadirle un poco de espesante o bien una cucharadita de harina disuelta en un poco de agua fría, y cocer hasta que espese un poco, cuidando de que no espese demasiado porque cuando se enfríe la salsa cogería demasiado cuerpo.
Me encanta esta receta y la hago, a veces, sustituyo las salchichas de carne por hamburguesas, queda igual de rico y es otra forma de comerlas. A mí me gusta también picarle un tomate, pero un tomate de verdad no un chorro de salsa de tomate, sino un tomate de tomatera, bien rojito.
ResponderEliminar¡Qué bueno que aparezcan también estas recetas aquí!
Inma