- Eneldo picado, perejil, tomillo, oregano y pimienta blanca
- 1 ajo picado
- Sal
- Aceite de oliva
- Aceite de oliva
Elaboración
Lavar el lomo de salmón, secar bien, cubrir con una fina
capa de hierbas (pueden ser desecadas), especialmente de eneldo y con el ajo
bien picado.
Envolver el lomo en plástico de cocina y reservar en el
frigorífico unas horas, mejor si es de un día para otro. Si no hay tiempo,
puede hacerse en el momento.
Poner una plancha a fuego fuerte con un chorrito de aceite de oliva y un poquito de sal.
Cuando la plancha esté caliente haremos el salmón, empezando por la parte de la piel si la tuviera o decidiérais dejársela. Yo suelo dejar la piel para que no se rompa el lomo al darle la vuelta. Cuando le doy la vuelta retiro la piel con mucho cuidado y antes de retirarlo del fuego vuelvo a darle un toque fuerte de calor en el lado donde estaba la piel, para que se dore.
Aparte haremos un aceite aromatizado con las mismas hierbas, especialmente eneldo. Poner en un bol 100 ml de aceite de oliva y las hierbas. Aplastar con una cuchara o la maza de un mortero y dejar macerar un poco.
Notas:
Cuando pongamos el salmón en la plancha el fuego debe estar bien fuerte pero lo bajamos rápidamente, para que no se queme la piel y se guise.
No cocinar demasiado porque el salmón tiende a resecarse.
Podemos servir el salmón acompañado de maíz, de arroz
basmati, de champiñones a la plancha o unas judías verdes cocidas o mejor sólo.
Una vez en el plato regar con un poquito del aceite aromático y servir caliente.
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