domingo, 10 de julio de 2011
Pollo deshuesado y relleno (a mi estilo)
Bueno, la verdad es que esta receta es mucho más complicada de explicar que de hacer, de hecho, si no la he subido antes es porque no sé bien cómo dejar claros algunos puntos, así que, finalmente, he optado por dejarlos oscuros.
En primer lugar, vamos a necesitar un pollo de unos dos kilos y pico (más pequeño no vale la pena y más grande va a parecer un dinosaurio).
Además vamos a necesitar, un cuchillo con una punta muy fina y mucha, mucha, mucha paciencia y, por supuesto, no tener prejuicios filosóficos de ningún tipo sobre el descuajeringar a un bicho.
Es mejor que usemos un pollo frío, así que vamos a meterlo en la heladera durante un rato o si lo tenemos que descongelar, vamos a dejarlo justo en ese punto en el que se puede manejar, pero que no está del todo descongelado. También es importante no destrozar mucho la piel, porque nos va a servir para contenerlo todo bien, y para coserlo.
Advierto, además que este procedimiento que yo sigo, es muy personal, en Internet hay montones mucho más ortodoxos que el mío.
Vamos allá con el pollo. Lo primero que yo hago es desarticular los muslos. Con un cuchillo de punta fina, separo los tendones y la carne de una de las patas, como si estuvieramos deshuesando el muslo. Una vez que ese muslo esté desarticulado y le hayamos sacado el hueso, vamos a seguir con esa parte, es decir, si empiezo por el muslo derecho, voy a seguir con la parte derecha, más que nada, por prolijidad. Lo siguiente es hacer lo mismo con el hueso del contramuslo, procurando extraer además las articulaciones (aunque algunos las dejan, yo prefiero eliminar las ternillas también). Siempre, por supuesto, con ayuda del cuchillito de punta fina. Luego yo hago algo que no todos hacen, y que demuestra que no soy un chef. Corto el pollo longitudinalmente desde el cuello hasta la colita, y esto me ayuda a empezar a separar la carne del hueso, a veces me da la sensación de que le estoy sacando una camiseta que se le haya quedado pegada. Cuando tengo toda la parte de atrás separada, me voy con el otro muslo y el otro contramuslo. Luego las alas. Rompiendo primero el hueso ese que tiene forma de V y que une las alas con la carcasa delantera (esto hay que hacerlo un poco con las manos, porque hay que tantear bien, y un poco con el cuchillo). Yo sólo aprovecho la parte alta de las alas, a las que le saco el hueso con el mismo procedimiento que usé para el muslo. Ya tenemos toda la parte de atrás. Ahora me voy desde atrás hacia la pechuga, con el cuchillo de punta fina, voy separando despacito la pechuga de su hueso (es lo más fácil que hay en todo el asunto). De pronto, sin saber ni cómo ni por qué, ya no nos quedan huesos en el pollo. Entonces es el momento de tomar una aguja, enhebrarla con hilo de cocina y coser la piel del pollo. Empezamos por abajo, por el culito, luego vamos subiendo por la espalda, el pobre pollo queda como la versión en pollo de frankenstein. ¡No se cose el cuello ni los hombros!, porque por ahí vamos a rellenarlo. Sí que se atan los cabos de los muslos y los de las alas.
Para el relleno, cualquier cosa que se use normalmente para el relleno de la carne está bien, pero yo prefiero una mezcla de carne picada con huevos, aceitunas picadas, almendras o cualquier otro fruto seco que se tenga a mano, también picado, una zanahoria picada chiquita, un pimiento rojo también cortado chiquito, todo bien mezclado y a rellenar al pobre pollo, con la misma técnica que se rellena cualquier pollo, pero llevando el relleno hasta los muslos, para que luego tengan algo dentro.
Cuando ya está todo relleno, hay que coser la parte que quedó, es decir, el cuello y los hombros.
Para asarlo, podéis usar las bolsas esas de horno o cualquier otro sistema que uséis para asar el pollo. A mí me gusta que se cueza bien por dentro, así que lo cocino con el fuego muy bajo y durante mucho tiempo.
Para que veáis que no soy tan mala, os pongo unos vídeos de youtube que explica esto del pollo mucho mejor que yo, pero que no sigue del todo mis indicaciones, de todas formas, el resultado es el mismo: el pobre pollo se queda sin huesecillos.
Nota: la primera vez que hice esto, tardé casi dos horas en deshuesar al bicho, ahora que lo hago con cierta frecuencia, no tardo ni media hora en dejarlo listo para el horno.
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¡Uauhh! ¡Vaya trabajazo! Debe quedar muy bien. Tengo que probar algún día aunque no sé si seré capaz de deshuesar por completo un pollo, me parece muy complicado.
ResponderEliminarAh! Qué gracia que hoy nos haya dado a las dos por subir recetas de pollo!
A.M.R.
Se me olvidó poner otra nota, este comentario tuyo me la ha recordado.
ResponderEliminarNota: siempre queda el último recurso: ir a la carnicería, a la pollería o a la pollajería, como quieran llamarlo en cada sitio, y pedir un pollo deshuesado. No va a ser igual. Te va a faltar esa satisfacción que le queda a una de decir, ¡he sido capaz de hacerlo!, pero el pollo va a estar igual de rico. Seguro.
wow! creo que va a ser una de mis actividades de estas vacaciones jajaa. Pero cuando tiempo habrà que cocinarlo? 45 /60 min?
ResponderEliminarMadre mía! Que difícil! Yo siempre compro el pollo entero y lo descuartizo, le separo los muslos, los contramuslos, las alas, la pechuga (que despues fileteo) y me quedo con la carcasa para el cocido... ya le he pillado el manejo, pero no sé si tendría la paciencia de sacarle los huesos... aunque por lo que te he dicho, ya ves que no tengo ningún tipo de escrúpulo para descuartizar al bicho en cuestion....
ResponderEliminarINCREIBLE PERO CIERTO! LO HE CONSEGUIDO!! Inma, la verdad es que una vez delante del pollo se me han olvidado tus indicaciones, pero no la inspiraciòn que me habias dado con tu receta. asi que he cogidoel cucillillo y me he limitado a sacarle los huesos al pobre pollo. era chiquitìn, 1 kg, asi que no se ha revelado. Eso si! no he hecho ni el corte longitudinal del que hablabas, mas bien le he ido dando la vuelta al pollo de dentro hacia fuera como un calcetìn. Ya os mandarè la foto :D Ahora el problema es que no se donde he puesto la aguja gorda, asi que voy a tener que dejarlo para la cena e ir esta tarde a comprarme una :D
ResponderEliminarqué bien! qué buena idea lo de darle la vuelta como un calcetín, la próxima vez lo voy a intentar así, aunque me parece que debe ser mucho más complicado. Pero ya dije que lo importante es que cada uno encuentre su forma. si no encuentras aguja gorda, puedes 'coserlo' con palillos de dientes, enganchándolos de manera que agarren las dos partes de la piel, luego cuando esté cocinado el pollo, es fácil sacarlos.
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