Esta receta no es nueva, creo que algunas de vosotras tiene alguna variante, pero de todas formas, yo pongo la que he aprendido en Mendoza. Allí son típicos los ajos en vinagre dulce, en cuanto tuve la oportunidad pregunté cómo se hacían y me contestaron con un somero, con aceite, vinagre y azúcar, sin cantidades ni nada de nada, así que me puse a darle vuelta a la cuchara hasta que di con el mismo gusto que me habían dado a probar a los pies de los Andes.
Yo tampoco voy a dar cantidades, pero si aproximaciones, porque todo dependerá de la cantidad de cebollas y ajos que queráis preparar. Las cebollas son añadido mío, porque allí solo se ocupan de los ajos.
Ingredientes:
Cebollas y ajos (yo preparé como un kilo de cebollas pequeñas y los dientes de dos cabezas de ajos).
vinagre suave de vino (o en su defecto, de manzana)
aceite suave de oliva (o en su defecto, girasol)
1 vasito de vino dulce blanco (yo usé mistela mendocina, que es como si fuera miel con vino, así que si no encontráis nada parecido quizás sea posible sustituirlo por el vino con una cucharada de miel)
sal (una cucharada grande, para la cantidad de cebollas que yo eché)
azúcar (unos 200 o 300 gr. para un kilo de cebollas).
Preparación:
Partir las cebollas en aros y limpiar los dientes de ajos (no es necesario sacarle el nervio, simplemente, quitarles bien la piel que los cubre).
Echar en una olla las cebollas y los ajos y cubrir con la misma cantidad de vinagre que de aceite (si echamos cuatro vasitos de vinagre, tengo que echar cuatro vasitos de aceite), el vino dulce, la sal y el azúcar. Lo movemos todo bien y lo ponemos a fuego bien suave. Vamos a dejarlo así hasta que las cebollas queden transparentosas.
Es una excelente compañía para carnes, pero estoy segura de que se os va a ocurrir montones de sitios donde les vaya bien.
Esta receta queda genial, en vez de con cebollas normales, con echalotas o con cebollitas francesas. En cuyo caso no se parten sino que se hacen enteras. Se conservan bastante bien en un frasco de cristal al vacío.
ResponderEliminarIncluso, yo también hago una receta parecida con tiritas de zanahoria. Son un excelente acompañamiento para cualquier plato.
Me gusta esta receta, puede ser útil para añadir a una ensalada templada de berenjena...
ResponderEliminarRuth
Sabía que Ana iba a poner lo de las echalotes, es más, no sé por qué asociación de ideas cada vez que veo en el super echalalotes (que es con frecuencia porque aquí se cultivan mucho) me acuerdo de ti.
ResponderEliminarCreo que fue precisamente por esto por lo que se me ocurrió echarle las cebollas, porque la receta mendocina no dice nada de las cebollas, allí lo típico es los ajos confitados.
Inma