Ahora que dominamos la técnica del hojaldre y que hemos presentado nuestro platos con unos sencillos pero resultones vol-au-vent, experimentemos algo un poco diferente. Por ejemplo estas caracolas.
Necesitaremos unos conos metálicos para repostería. Pero si no los tenéis, que no cunda el pánico: haced como yo, unos conos con un trozo de papel de aluminio doblado varias veces. El cono debería ser de unos 10 cm de longitud y unos 3 o 4 de diámetro de la base. Aunque el hojaldre se despega mucho mas facilmente del cono metálico que del de papel de aluminio, funcionaràn bien.
Extendemos un trozo de hojaldre hasta un espesor de medio centímetro. Con un cuchillo o una rueda para pizza cortamos tiras de unos 2,5 cm de ancho y 25 de largo (es aproximado!). Pintamos las tiras con huevo, extendiéndolo bien para que queden bien empapadas pero sin charcos. Os aconsejo que pintéis como mucho 4 cada vez, para que no se sequen mientras estáis enrollándolas en los conos. Es este el paso sucesivo: enrollar estas tiras en los conos.
Es sencillo respetando estas pautas:
Acercamos en cono a la mesa, No la tira de hojaldre al cono. No tires por ningún motivo de la pasta.
Apretándolo ligeramente con los dedos, pegamos la extremidad de la tira cerca de la punta del cono. Giramos el cono de manera que la tira se enrolle a su alrededor. Sin tirar, guiamos el hojaldre intentando que cada vuelta se sobreponga a la anterior al menos un centímetro, avanzando hacia la base del cono. Cuando la tira esté completamente enrollada apretamos la extremidad pegándola a la última vuelta. Ponemos el cono en la bandeja del horno forrada, con la extremidad de la masa hacia abajo. Y repetimos con todos los conos, colocándolos bien distanciados.
Si serán utilizados para crear un dulce, podemos espolvorizar con azúcar glass. Si formarán parte de un plato salado se pueden cubrir con unas semillas de sésamo, de amapola o de lino.
Horneamos entre 200 y 220°C hasta que estén bien dorados. No intentéis quitar el cono metálico hasta que no se enfríen, se romperían.
Se pueden rellenar de crema con una manga pastelera. Crema pastelera o crema de queso y salmón, nata o mousse de paté, la elección es vuestra.
Diana MR
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