Pues sí, tal como os había adelantado, he aprovechado las vacaciones de mi hija para ponernos mano a mano a preparar unos gnocchi de patata caseros. En realidad más bien ha sido ella la que ha hecho todo el trabajo, yo he estado fotografiándola durante el proceso ;-)
Hemos preparado un puré de patatas con un sobre de puré instantáneo (125 grs.).
En primer lugar hemos calentado ¼ de l. de leche y ¼ de l. de agua, le hemos añadido una pizca de sal y de pimienta, después el puré en copos hasta que se ha mezclado bien (queda muy espeso dada que la cantidad de líquido habitual es muy superior). Además, para darle un poco más de sabor, hemos añadido un puñadito de queso rallado. Cuando estaba un poco frío le hemos añadido un huevo batido y después poco a poco le hemos ido integrando la harina (en total unos 250 grs.), todo ello en principio con la cuchara y después terminando de amasarlo con las manos.
Después hemos hecho tiras de masa como se ven en la imagen.
Las hemos cortado y les hemos dado forma un poco redondita.
Con el dedo le hemos marcado una pequeña oquedad en uno de los lados para que absorban mejor la salsa.
Las marcas típicas de los gnocchis las hemos hecho en esta ocasión, no con un tenedor, sino presionándolos ligeramente sobre un rodillo de los de hacer tallarines que va acanalado y ha resultado perfecto para este fin.
Después hemos puesto una gran olla de agua a hervir y hemos cocido los gnocchi en tandas de pocos cada vez. El cocer se limita a echarlos en el agua hirviendo y cuando suben a la superficie se esperan unos segundos y se sacan con la espumadera.
Después los hemos aliñado con una sencilla salsa de tomate aromatizada con albahaca y cubierta de queso rallado.
¡Y listo!
La verdad es que han resultado un poco laboriosos (aunque, por supuesto, no tanto como hacerlos con patatas naturales) pero el resultado ha sido increíblemente delicioso.
Ana y Beatriz