Durante estos días, no voy a decir otoñales porque aquí en Almería ya ni sabemos que es el otoño, parece que no eres nadie si no tienes una calabaza en y es que en octubre los supermercados se llenan de calabazas, algunas disfrazadas para halloween, y es difícil resistirse, así que ahora tengo 4 calabazas para hacer a la plancha, en puré, con arroz, en guiso........!dulce o salado! …da igual!
Llevo muuucho
tiempo queriendo hacer un pastel de calabaza y tenía una receta de un famoso
pastel de calabaza o Pumpkin Pie, pero sabía que esa textura no iba a convencer
al pequeño de la casa, así que para que saliera al gusto de todos decidí
abizcocharla y este es el resultado. Es el primero que hago y seguro que puede
mejorarse pero os aseguro que a nosotros nos ha gustado y aunque ha sido un
sabor nuevo no podíamos retirarnos de su lado !qué pena que se nos acabó el
café!
Ingredientes:
Elaboración
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la calabaza
dejándola libre de piel, semillas y hebras. Troceamos la calabaza en dados no
muy grandes y la cocinamos durante 4 minutos en el microondas. (Yo uso unas
bolsas de asar que para estos casos va muy bien, tan sólo hay que trocear la
calabaza, introducirla en la bolsa de asar, cerrarla con la brida y al
microondas durante 4 minutos. No hay que olvidar pinchar la bolsa de asar antes
de meterla en el microondas para que no se raje. Si ni teemos bolsas de asar
podemos ponerla en un recipiente apto para el microondas y la cubrimos con film
de cocina).
Sacamos del microondas, comprobando que la calabaza está blanda y la ponemos a escurrir en un colador. Dejamos enfriar sobre el colador hasta que esté a temperatura ambiente o incluso hacerlo las vísperas.
Sacamos del microondas, comprobando que la calabaza está blanda y la ponemos a escurrir en un colador. Dejamos enfriar sobre el colador hasta que esté a temperatura ambiente o incluso hacerlo las vísperas.
Machacamos la calabaza con un tenedor para hacer puré.
Precalentamos el horno a 190º
En un bol batimos los huevos junto con el azúcar y la sal. Añadimos el
aceite y el puré de calabaza y volvemos a mezclar con las varillas.
Incorporamos las avellanas, la canela y el jengibre y batimos hasta que quede
bien mezclado.
Añadimos la harina junto con la levadura,
dejándola caer poco a poco con la ayuda de un colador, y batiendo hasta que
quede una mezcla homogénea.
Vertemos la mezcla en un molde de bizcochos, de plum o de
corona previamente encamisado (untado con mantequilla y cubierto de harina) y
llevamos al horno precalentado a 190º. Trascurridos 20 minutos lo bajamos a
170, sin abrir el horno, y dejamos otros 25 minutos.
Comprobamos si está
cocinado si al pincharlo en el centro, el pincho sale limpio.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla. Cuando ya no queme el mode, desmoldamos el bizcocho y lo envolvemos con papel film cuando aún está caliente, así no pierde su humedad y no se reseca, días después seguirá igual de esponjoso.