Este es un bizcocho delicioso, esponjoso, delicado pero consistente apto por lo tanto para tomar solo o para utilizar como base de tartas. No he subido antes esta receta porque no tenía ninguna foto con la que ilustrarla, ahora tampoco la tengo pero creo que ya va siendo hora de poner este delicioso bizcocho en nuestra mesa de la cocina.
Ingredientes
1 taza de nata
1 taza de azúcar
2 tazas y media de harina para bizcochos (de la que lleva la levadura incorporada, en caso contrario tamizar 1 sobre de levadura junto con la harina)
4 huevos
1/2 cucharadita de jugo de limón
Preparación
Añadir el zumo de limón a la nata y reservar. Quizá veáis que le salen grumos o que tiene aspecto de "leche cortada", no pasa nada, es lo normal. De eso se trata precisamente.
Batir las yemas con el azúcar hasta que formen espuma. Montar las claras por separado.
Añadir la nata a la mezcla de yemas y azúcar y, poco a poco, ir añadiendo la harina, mezclando bien con una cuchara o espátula. Finalmente mezclar también las claras montadas entremezclando con cuidado hasta que se forme una mezcla homogénea.
Mientras tanto calentar el horno a 180º. Untar un molde con mantequilla y espolvorear ligeramente harina para evitar que la masa se pegue (otra opción, que además es la que yo personalmente prefiero, es cubrir el fondo del molde con papel de hornear). Verter en el molde la masa del bizcocho y meterlo en el horno precalentado. Bajar a 160º y cocer durante 50 minutos aproximadamente, dependerá del tipo de horno, se puede comprobar el grado de cocción con un pinchito, pero esto no se debe hacer hasta tener la sospecha de que verdaderamente está cocido pues si se hace demasiado pronto o muy a menudo puede impedir que la superficie del bizcocho suba homogéneamente. No os recomiendo que abráis el horno hasta que no hayan pasado al menos los 30 primeros minutos.
Una vez cocido, sacar del horno y desmoldar. Si se usa un molde metálico puede dejarse enfriar un poco en el molde pero si es de silicona hay que desmoldar inmediatamente pues en caso contrario el bizcocho pillaría humedad.
Si se va a tomar solo (ideal para meriendas y desayunos), una vez frío, cubrir de azúcar glas. Pero, como he dicho más arriba, puede utilizarse también como base para tartas.
jueves, 25 de septiembre de 2014
Lentejas con chorizo
Hoy os traigo un plato muy típico, sencillo y en absoluto sofisticado a petición de LM, quien siempre lo elogia mucho cuando lo come en mi casa (y ha tenido que ser un buen puñado de veces).
Espero que lo disfrutéis en este recien iniciado otoño.
Ingredientes:
Lentejas
Tomate
Cebolla
Ajo
Pimiento rojo
Patatas
Zanahoria
Chorizo
Panceta
Azafrán
Pimentón dulce (si es de la Vera mejor)
Aceite
Preparación.
Tratándose de lentejas nos encontramos con la eterna disyuntiva: ponerlas en remojo varias horas antes o no. Realmente con las lentejas, sobre todo si son del tipo pardina, podemos omitir ese paso imprescindible en el caso de otras legumbres (como garbanzos o habichuelas). No obstante debemos tener en cuenta que si las ponemos en remojo van a ser más digestivas y van a absorver menos agua durante la cocción. Así pues que cada cual según el tiempo o gusto decida a este respecto.
En esta ocasión he utilizado lentejas castellanas y las he puesto varias horas en remojo (tampoco hace falta tenerlas durante toda la noche, así que si no os acordáis de hacerlo la víspera no pasa nada, con un par de horas de antelación es suficiente).
Ponemos un chorrito de aceite en una olla y sofreímos la verdura cortada en trocitos: primero la cebolla y el ajo, después el pimiento y la zanahoria y por último el tomate, que puede usarse troceado o triturado según gustos. En este momento yo pongo la panceta (o tocino) para que añada más sabor al guiso, pero puede ponerse también más tarde.
Añadimos unas hebras de azafrán y a continuación las lentejas escurridas (aunque no se hayan puesto en remojo recomiendo enjuagarlas varias veces con agua fría) y cubrimos con agua fría o con caldo (en cualquier caso frío, practicamente todas las legumbres se deben poner a cocer en agua fría salvo los garbanzos que deben ponerse cuando el agua ya esté hirviendo). Las lentejas deben quedar bien cubiertas de agua (más cantidad de agua si no han tenido remojo previo) aunque si durante la cocción nos damos cuenta de que va reduciéndose demasiado el caldo podemos incorporar más agua, eso sí que sea siempre fría. Esto no les perjudica en absoluto, es más, según las abuelas las lentejas (y otras legumbres) se deben "asustar" (añadirles agua fría durante el hervor) siempre tres veces.
Cuando rompa a hervir se pone la sal que consideremos necesaria.
Se dejan unos 20 minutos (con el fuego no demasiado fuerte para que no se rompan las lentejas), entonces se pelan y trocean las patatas y se corta el chorizo en rodajas. Se añaden a la olla junto a una cucharadita de pimentón de la Vera y se dejan cociendo otros 20 minutos aproximadamente. Hasta que las lentejas y las patatas estén tiernas.
Servir caliente y acompañadas de una aceitera y una vinagrera, pues a mucha gente (así ocurre al menos en mi casa) le gusta añadirles un chorrito de aceite de oliva virgen extra crudo y/o un poco de vinagre de jerez en el momento de comerlas.
Es un plato tradicional sumamente sencillo. Pueden usarse otros ingredientes que tengamos en casa (puerro, calabaza, acelgas, morcilla...)
He de confesar que en mi familia no nos comemos la panceta (ni en las lentejas ni en casi ningún otro tipo de preparado) pero me gusta ponerla porque da un sabor especial al caldo, no obstante podéis prescindir de ella.
Por otro lado este plato también está delicioso sin las patatas. En lugar de ponerlas podéis añadir, al final de la cocción un par de cucharaditas de pan rallado, opción esta también muy adecuada para cuando las lentejas os queden demasiado "caldosas".
Espero que lo disfrutéis en este recien iniciado otoño.
Ingredientes:
Lentejas
Tomate
Cebolla
Ajo
Pimiento rojo
Patatas
Zanahoria
Chorizo
Panceta
Azafrán
Pimentón dulce (si es de la Vera mejor)
Aceite
Preparación.
Tratándose de lentejas nos encontramos con la eterna disyuntiva: ponerlas en remojo varias horas antes o no. Realmente con las lentejas, sobre todo si son del tipo pardina, podemos omitir ese paso imprescindible en el caso de otras legumbres (como garbanzos o habichuelas). No obstante debemos tener en cuenta que si las ponemos en remojo van a ser más digestivas y van a absorver menos agua durante la cocción. Así pues que cada cual según el tiempo o gusto decida a este respecto.
En esta ocasión he utilizado lentejas castellanas y las he puesto varias horas en remojo (tampoco hace falta tenerlas durante toda la noche, así que si no os acordáis de hacerlo la víspera no pasa nada, con un par de horas de antelación es suficiente).
Ponemos un chorrito de aceite en una olla y sofreímos la verdura cortada en trocitos: primero la cebolla y el ajo, después el pimiento y la zanahoria y por último el tomate, que puede usarse troceado o triturado según gustos. En este momento yo pongo la panceta (o tocino) para que añada más sabor al guiso, pero puede ponerse también más tarde.
Añadimos unas hebras de azafrán y a continuación las lentejas escurridas (aunque no se hayan puesto en remojo recomiendo enjuagarlas varias veces con agua fría) y cubrimos con agua fría o con caldo (en cualquier caso frío, practicamente todas las legumbres se deben poner a cocer en agua fría salvo los garbanzos que deben ponerse cuando el agua ya esté hirviendo). Las lentejas deben quedar bien cubiertas de agua (más cantidad de agua si no han tenido remojo previo) aunque si durante la cocción nos damos cuenta de que va reduciéndose demasiado el caldo podemos incorporar más agua, eso sí que sea siempre fría. Esto no les perjudica en absoluto, es más, según las abuelas las lentejas (y otras legumbres) se deben "asustar" (añadirles agua fría durante el hervor) siempre tres veces.
Cuando rompa a hervir se pone la sal que consideremos necesaria.
Se dejan unos 20 minutos (con el fuego no demasiado fuerte para que no se rompan las lentejas), entonces se pelan y trocean las patatas y se corta el chorizo en rodajas. Se añaden a la olla junto a una cucharadita de pimentón de la Vera y se dejan cociendo otros 20 minutos aproximadamente. Hasta que las lentejas y las patatas estén tiernas.
Servir caliente y acompañadas de una aceitera y una vinagrera, pues a mucha gente (así ocurre al menos en mi casa) le gusta añadirles un chorrito de aceite de oliva virgen extra crudo y/o un poco de vinagre de jerez en el momento de comerlas.
Es un plato tradicional sumamente sencillo. Pueden usarse otros ingredientes que tengamos en casa (puerro, calabaza, acelgas, morcilla...)
He de confesar que en mi familia no nos comemos la panceta (ni en las lentejas ni en casi ningún otro tipo de preparado) pero me gusta ponerla porque da un sabor especial al caldo, no obstante podéis prescindir de ella.
Por otro lado este plato también está delicioso sin las patatas. En lugar de ponerlas podéis añadir, al final de la cocción un par de cucharaditas de pan rallado, opción esta también muy adecuada para cuando las lentejas os queden demasiado "caldosas".
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Tarta de chocolate y peras
Para este dulce, personalmente, prefiero la variedad de pera Seckel (pequeña y crujiente) cuando empieza a ser bastante madura y menos crujiente, aunque para la tarta de la foto utilicé peras Williams o Bartlett. Prefiero el resultado de las primeras porque queda un sabor mas delicado y una textura menos granulosa, pero cualquier tipo de pera con la pulpa madura pero compacta quedará bien.
Ingredientes:
Peras: 700 gramos
Huevos: 4
Harina: 200 gramos
Levadura química: 1 cucharadita y media
Mantequilla: 170 gramos
Chocolate negro: 200 gramos
Vino dulce tipo Moscatel
Preparación:
Forrar un molde redondo de 24 cm de diámetro aproximadamente.
Pelar las peras, cortarlas en gajos de unos 2/3 cm de dorso. Ponerlos en un plato grande y regar con vino dulce, unos 2 vasos. Dejar reposar.
Derretir en el microhondas el chocolate junto a la mantequilla, ambos troceados, removiendo cada 20 segundos.
Montar los huevos a temperatura ambiente junto al azúcar hasta que estén claros, espumosos y llenos de aire. Delicadamente, añadir la harina cernida junto a la levadura, cucharada a cucharada, mezclando con cuidado para no desmontar los huevos mas del necesario.
Con la misma delicadeza si no mas aún, incorporar el chocolate derretido, poco a poco, removiendo de abajo hacia arriba con una espátula.
Verterla mitad de la masa en el molde. Colocar los gajos de pera (escurridos del vino) radialmente formando un estrato y cubrir con el resto de la masa. Si os han sobrado algunos gajos (y os recomiendo que os sobren), colocadlos formando una estrella sobre la tarta, espolvoreandolos luego con un poco de azúcar. Esta última capa de fruta harà que el centro quede hùmedo, recordando a las tartas con corazòn lìquido... buenisimo!!!
Hornear durante 40 minutos a 180 °C (horno ya caliente, claro)
Enfriar hasta que sea posible desmoldarlo y terminar de enfriar sobre una rejilla. Espolvorear con azúcar glass y... a merendar!
Diana MR
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