miércoles, 18 de marzo de 2015

Presentaciones con hojaldre 1: el vol-au-vent

Después de presentaros la receta base del hojaldre, esta es la primera de varias entradas en las que os propondré diferentes maneras de usar el hojaldre para presentar nuestros platos.



El vol-au-vent ("volovan" para los amigos) es una tartaleta cilíndrica muy ligera (por eso "se la lleva el viento") que puedes rellenar a placer osando en originales presentaciones como plato frío o templado, como tapa, como entrante, como acompañamiento,...

Necesitamos solo un trozo de hojaldre, huevo, brocha y 2 cortadores redondos.

Se extiende con el rodillo la masa hasta un grosor de 5 milímetros. Para cada "volovan", cortamos 3 círculos de unos 6 cm de diámetro. A dos de ellos le haremos un agujero en el centro con un cortador redondo de unos 4 cm (está claro que haréis los volovanes del tamaño que queráis). Con las pintas de un tenedor, agujerearemos la base sin agujero y la pintaremos con huevo. Pondremos encima uno de los círculos con agujero, pintaremos con huevo y repetiremos la operación con el segundo circulo con agujero. Cada vez que pintemos con huevo el hojaldre es importante hacerlo sobre la superficie horizontal porque si pintamos la parte lateral bloquearemos las capas que se tienen que separar durante la cocción para que el hojaldre crezca.
Sobre una bandeja antiaderente o papel de hornear, coceremos los volovanes en el horno precalentado a 220°C hasta que estén dorados, unos 15-20 minutos dependiendo del horno.
Conservàndolos a salvo de la humedad, se pueden preparar hasta con varios días de adelanto.




En esta versión improvisada, preparé un revuelto de zanahoria rallada, surimi picado, mayonesa y un poco de mostaza fuerte y ketchup. Terminé con un trozo de pera crujiente y unas hojas de valeriana.

En la versión que una vez me recomendó mi amigo Mariano, se pone un medallón de queso de cabra en el fondo del volovan y se cubre con un estrato de carne (preparada a parte, bien sofrita, con sal y pimienta, etc.). Se termina con un poco de crema de camembert y cebolla crujiente y se pasa por el horno el tiempo necesario para que los quesos se fundan un poco sin llegar a humedecer el hojaldre.

Nota: si bien es verdad que el hojaldre no se puede volver a amasar una vez extendido, los retales que os sobrarán no se tiran! una idea es amontonarlo, volverlos a extender juntos y recabar de ellos los círculos para las bases (el circulo sin agujero, que no necesita crecer mucho) o incluso cortar círculos para hacer minipizzas crujientes.

DianaMR

2 comentarios:

  1. Mamma mía!!!
    Con la pereza que me daba hacer el hojaldre, la imagen de estos volovanes animán a probar.
    Si bie tu receta improvisada debe estar bueniiiiisima, la recera con queso y carne tiene que estar de escándalo. Nuevamente, gracias por la recera y por mantener vivi este blog.

    ResponderEliminar