Ingredientes
(Cantidades según número de comensales)
Patatas
Ajo
Cebolla
Almendras
Pan duro
Huevo
Perejil
Pimentón dulce de la Vera (una cucharilla de café)
1 clavo y laurel (opcional)
Unas hebras de azafrán y una pizca de colorante
Preparación
Se fríen los ajos pelados y troceados, se apartan.
Se fríen las almendras y el pan, por separado, y se apartan.
Una vez frito el pan se remoja con un poco de vino blanco para que se vaya ablandando
En el mismo aceite se sofríe una cebolla cortada en brunois; no debe tostarse sólo sofreír hasta que quede transparente. Se le añade una cucharilla de pimentón, las hebras de azafrán (y/o el colorante si se desea más amarillo). En ese momento se añaden las patatas peladas, troceadas y cascadas (se les da una vuelta para que vayan tomando el sabor del sofrito) y la sal.
Se majan en un mortero los ajos y las almendras (en el caso de usarse, a ese majado puede incorporarse perejil)
En un cazo se cuecen los huevos.
Se cubre la cazuela de las patatas con agua y se le añade el majado, el clavo y una hoja de laurel, si se usa.
Cuando pasen unos 20 minutos se le añade el pan frito y remojado (se puede majar si queremos que se disuelva más en el caldo). Una vez cocidas bien las patatas se añaden los huevos cortados en rodajas y se disponen sobre las patatas.
Se deja reposar unos minutos antes de servir.