Mostrando entradas con la etiqueta Recetas de Diana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Recetas de Diana. Mostrar todas las entradas

jueves, 26 de abril de 2018

Farro con esparragos trigueros


Un consejo para vuestra cocina: dejad que la verdura de temporada os inspire. Id al huerto, o al mercado, o al supermercado, compradla, llevadla a casa y dejaos susurrar las ideas para vuestro próximo plato. Así, por ejemplo, nació este plato que ahora repito siempre que puedo porque nos encanta.

Ingredientes para 4 personas:

2 vasos de farro
500gr de espárragos trigueros
1 cebolla pequeña
100 gr de lonchas de jamón poco curado
2 huevos cocidos
4 cucharadas de queso parmesano rallado
Caldo vegetal, aceite de oliva, sal y pimienta.

Preparación:

Enjuagar varias veces el farro con agua fría y dejar escurrir bien.

Lavar los espárragos trigueros y eliminar las extremidades mas duras. Cortar las puntas tiernas y reservar. Cocer la parte central de los espárragos en el caldo vegetal durante 5 minutos y, a continuación, sacarlos con una espumadera y ponerlos en el vaso de la batidora. Batir los espárragos, ayudàndonos de unas cucharadas de caldo vegetal para darle la consistencia de un pesto.

En una sartén ancha pochar la cebolla picada muy pequeña (del tamaño de los granos de farro hasta que no se ponga transparente. Entonces, añadir el farro escurrido y sofreír durante algunos instantes. Cubrir el farro con caldo vegetal hirviendo. Ahora es importante ver el tiempo de cocción aconsejado para el tipo de farro que hemos comprado, ya que cambia de un tipo a otro. Normalmente está escrito en el paquete y oscila entre los 25 y los 40 minutos. Una vez comprendido el tiempo de cocciòn TOTAL, lo ponemos en un timer.

Cocer el farro a fuego alto durante los primeros 5 minutos. Luego, añadir la mitad del pesto de espárragos y un poco de caldo si se ha secado demasiado, cubrir con una tapadera y bajar el fuego al mínimo. Controlaremos de vez en cuando y añadiremos un poco mas de caldo cada vez que lo veamos seco.

Cuando falten 10 minutos al final del tiempo de cocción, distribuir sobre el farro las puntas de espárragos que habíamos reservado y volver a cubrir con la tapadera (comprobando antes que el farro tenga todavía liquido en el que cocerse)

Cuando falten 1 minuto al final del tiempo, añadir el resto del puré de espárragos y el jamón cortado en tiras.

Terminado el tiempo, queda solo añadir el queso parmesano y mezclar bien. Corregir de sal si hace falta y distribuir sobre el farro el huevo cocido picado y un poco de pimienta. Cubrir de nuevo y dejar reposar 5 minutos antes de servirlo.

Diana MR

martes, 13 de marzo de 2018

Menestra de temporada

 

A menudo, en los programas de cocina en television, oímos hablar de Confort Food, o sea, esos platos que nos hacen sentir bien, relajados, protegidos, mimados. En mi caso, la menestra de temporada es uno de mis principales "platos del confort". En realidad me refiero mas que a la receta típicamente española a la menestra "a la italiana" (minestrone), un guiso de verduras mas bien caldoso, que se acompaña bien con un pan rustico (mejor aun si tostado). Te templa el cuerpo y te hace olvidar las preocupaciones y el malestar.
No tengo una receta exacta y fija porque cambio en función de la estación y de las verduras de temporada, y de lo que tengo a mano.
Elijo 4 ò 5 verduras que pueden ser zanahoria, apio, puerro, calabacin, tallos de espinaca, remolacha, bulbo de hinojo, brécol, berza, calabaza, coliflor, nabo, habichuelas verdes, o las que se os ocurran. las corto en trozos de entre 1 y 2 centímetro dependiendo de la dureza. Las pongo en una olla grande y las cubro con agua o con caldo vegetal, si queréis un sabor mas concentrado. Sazono y pongo a hervir. Desde el hervor, cuezo a fuego lento con tapadera durante 30 minutos.
Transcurrido este tiempo añado alguna patata (cortada en trozos de un par de centímetros, un vaso de legumbres precocinadas* (garbanzos o habichuelas) y varias cucharadas de lentejas rojas peladas. Estas lentejas tienen un tiempo de preparación de aproximadamente 15 minutos, en los que pierden su color y en parte se disuelven en el caldo, que se hace un poco mas denso. Así pues, sigo cociendo todo durante otros 15 o 20 minutos, hasta que las patatas no estén tiernas.
Sirvo en un plato hondo con su caldo y todo. Rocío con un chorrito de un buen aceite de oliva, termino con un pellizco de pimienta negra... y me olvido de todo lo demás.






*Uso legumbres envasadas para poder improvisar sin tener que acordarme con antelación de ponerlas en remojo... porque me olvido siempre. Sin embargo,se pueden usar tranquilamente legumbres secas precedentemente remojadas durante todo la noche (o todo el día), añadiéndolas al principio de la preparación. Es también una buena idea sustituirlas con algún cereal como cebada o farro. Las lentejas rojas tampoco son imprescinibles, aunque a mi personalmente me gustan mucho en los guisos.

Diana MR











jueves, 22 de febrero de 2018

Brownie sin huevo



Era domingo por la tarde. Llovía y hacía frío. Película, sofá, manta,... Pero... Horror! Ni un dulce que echarse a la boca! Ni una onza de chocolate! Y peor aun: no había hecho la compra, así que ni un huevo en el frigorífico!
Por suerte Google juega siempre a nuestro favor y Martha Steward, cuando se "marujeo" se trata, tiene siempre la solución. Es suya la receta que google me dio en cuanto escribí "tarta Vegan chocolate", aunque luego yo la modifiqué un poco en función de mi despensa. La verdad, no tenía mucha fe en el resultado porque ya una vez en el pasado había probado a hacer una tarta de chocolate sin huevo y después pocas horas ya estaba dura y sin gracia. Esta no, esta tarta de chocolate completamente vegana no solo salió espectacularmente tierna sino que siguió tierna y cada vez mas buena durante varios días.
Así que, sin mas, os presento la receta. Pero la que encontráis a continuación es mi versión, no la Martha. La he llamado Brownie aunque quizás no sea una dominación exacta (el brownie normalmente es mas compacto, menos esponjoso) porque satisface como el mejor brownie las ganas de chocolate que te asaltan en esos domingos lluviosos delante del televisor, debajo de una manta calentita. Espero que os guste.


Ingredientes:


170 gramos de harina
170 gramos de azúcar de caña
3 cucharadas colmas de cacao amargo de buena calidad
1 cucharadita de bicarbonato
Media cucharadita de sal
Una cucharadita de café soluble 

3 cucharadas de aceite de girasol
3 cucharadas de aceite de oliva
Una cucharada de vinagre blanco
250 ml de leche de coco o de soja

Preparación:


Calentar el horno a 180°C. Engrasar un molde de 20 cm x20 cm.
En un bol grande tamizar todos los ingredientes en polvo (harina, azúcar, cacao, bicarbonato, sal y café)
Hacer un hueco en el centro de los ingredientes secos y verter en él los demás ingredientes, dejando el vinagre por último.
Mezclar muy rápidamente con unas varillas manuales o una cuchara de madera todos los ingredientes. No es necesario que la mezcla quede increíblemente homogénea, ni montar. Lo único realmente imprescindible es hacer esta operación muy deprisa porque el bicarbonato empieza enseguida a reaccionar con el vinagre y es importante meter el dulce en el horno antes de que se pierda este gas, que es lo que le dará la textura esponjosa.
Llenar el molde con la masa obtenida, emparejamos con la cuchara y meterlo en el horno a 180°C, sin aire, donde lo dejaremos durante 35 minutos.
Dejar el brownie en el molde durante 5 minutos, fuera del horno, antes de desmoldarlo y dejarlo enfriar en una rejilla.
Es tan bueno que no necesita nada mas, pero es perfecto para hacer tartas rellenas.
Es un dulce adecuado para una dieta vegetariana, vegana o para intolerantes al huevo o a la lactosa.

Diana MR


viernes, 15 de diciembre de 2017

Pandoro



Casi se me pasa otra vez diciembre sin haberos dado la receta del Pandoro! Me he acordado solo por casualidad, pero justo a tiempo para Navidad.
La receta que utilizo no es ni la que se remonta a la antigua Roma, ni ninguna tradicional mas moderna. Uso una receta derivada de la de dos simpáticas abuelas, las hermanas Simili, expertas en masas y productos típicos italianos. Esta receta me gusta por su principal defecto que puede ser también su principal punto de fuerza: se usa la levadura fresca de panadería en vez de masa madre o  pasta ácida. Esto facilita mucho la cosa a quien es repostero/pastelero solo ocasionalmente.
Ya que la receta no es de mi cosecha, intentaré poner mi grano de arena (o mejor de azúcar) esquematizándola y simplificàndola al máximo. 

Ingredientes:

Levadura fresca 18 gr
Harina de manitoba ( o tipo 0) 450 gr
Azúcar 125 gr mas una cucharada
huevos 3 enteros y una yema
Vainilla 1 vaina
Sal 1 cucharadita
Mantequilla 170 gr mas una cucharada
Leche o nata 60 ml mas otras 2 cucharadas (30ml)

1.- En un bol disolver 15 gramos de la levadura en 60 ml de leche templada; añadir 1 cucharada de azucar y una yema de huevo.

Añadir 50 gr de harina y mezclar bien, cubrir el bol y dejar reposar hasta que doble su volumen , aproximandamente una hora.

2.- Disolver los 3 gramos de levadura restantes en los 30 ml de leche/nata que quedan e incorporarlo a la masa. Añadir también 100 gr del azúcar y un huevo. Mezclar.

Poner 200 gr de harina en un bol grande y verter encima la masa. Mezclar con las manos o con una cuchara de madera.

Añadir 30 gr de mantequilla a temperatura ambiente y amasar hasta que la masa no quede homogenea y lisa.

Tapar y dejar reposar en lugar cálido una hora

3.- Transcurrido el tiempo, unir 200 gramos de harina, los 2 huevos que quedan, los 25 gr de azúcar que quedan, sal y semillas de vainilla. Amasar.

Hacer una bola, ponerla en un recipiente grande y engrasado y dejar reposar hasta que no vuelva a doblar su volumen. Luego, ponerlo en el frigorífico por un intervalo de tiempo entre 1 hora y 12 horas...

4.- Sacar del frigorífico, girar el bol sobre la encimera y extender con el rodillo formando un cuadrado.

Distribuir en el centro del cuadrado los 140 gr de mantequilla, a temperatura ambiente y desmigada. Doblar hacia el centro las 4 esquinas del cuadrado cubriendo la mantequilla, sellando bien las aperturas para que la mantequilla no salga.

Delicadamente, extender la masa creando un rectángulo largo, doblarlo en 3. Dejarlo reposar 20 minutos en el frigorífico.

Repetir otras 2 veces

5.- Extender la pasta, doblar los bordes hacia el centro y crear una bola.

Engrasarse las manos y darle vueltas a la masa para que tome una forma bien redondeada (sin amasar!!!)

Pincelar el molde con mantequilla y espolvorear la cucharada de azúcar. Poner la bola dentro, con los dobleces hacia arriba y dejar reposar hasta que la masa no llegue al borde del molde para Pandoro.

El molde: Esta receta está pensada para un molde para Pandoro de 1 kg. Sinceramente, mi horno es demasiado pequeño y el Pandoro de este tamaño se quema un poco por encima. Creo que la opción ideal, si es también vuestro caso, es dividir la masa en 2 bolas iguales en el paso 3, procediendo en el paso 4 con mitad y mitad de la mantequilla y creando 2 pandoros mas pequeños con moldes para 500 gr.

6.- Cocinar en horno estático caliente a 190 grados durante 20 min y otros 20 min a 160 grados. (en otras versiones lo hacen a 170 grados durante 15 min y luego bajarlo a 160 gr durante otros 50 min). Podéis hacer una prueba con un palillo largo de madera. Cuando sale seco el pandoro está listo. Si optáis por hacer 2 pandoros pequeños encestarán menos tiempo.

7.- Meter en una bolsa de celofan bien cerrada porque no dura tierno mas de 3 ò 4 días y cuanto mejor lo cerréis mas durará. El hecho es que una vez abierto no tendréis que preocuparos mas, porque lo devorareis en un abrir y cerrar de ojos.


Diana Manzananares Ruiz

lunes, 4 de septiembre de 2017

Cebada con puerros

Con la receta de hoy quiero salir de los esquemas, pero no a través de la innovación sino echando un vistazo al pasado. Los cereales están en la base de la pirámide alimentaria, pero a muchos se nos olvida lo fácil que es introducirlos en nuestra dieta, excepto en el caso del arroz. Pues bien, la cebada, como el farro, puede sustituir al arroz en muchas preparaciones y cuenta con una tabla nutricional de las que hacen enloquecer de felicidad a los amantes de la dieta sana. Prestad atenciòn al tiempo de cocciòn indicado en la etiqueta. Esta receta prevee unos 35 minutos. La cebada integral normalmente requiere mas tiempo, tenedlo en cuenta si la usais.




Ingredientes para 4 personas:

Cebada perlada: 2 vasos
Puerros: 2 grandes o 3 medianos.
Mantequilla: 2 cucharadas (opcional).
Aceite EVO: 2 cucharadas (4 si no usas mantequilla).
Caldo vegetal: la cantidad necesaria (entre 1 litro y 1 litro y medio)
Vino blanco: medio vaso
Queso parmesano en polvo: 50 gr aprox. (al gusto)
Especias y hierbas al gusto: escamas de pimiento picante, hojas de tomillo fresco, menta,...

Preparación:


Lavar la cebada con agua corriente hasta que ésta salga limpia. Escurrir y reservar.

En una sartén u olla con fondo ancho calentar juntos el aceite y la mantequilla. Añadir también el pimiento picante si habéis decidido usarlo. 

Cortar los puerros: primero en 2 a lo largo y luego en rodajas de medio centímetro, creando así medias lunas que se separan fàcilmente.

Cuando empiece a estar caliente y la mantequilla completamente derretida, añadir los puerros. Salar y remover. Dejar sofreír, moviendo de vez en cuando, hasta que empiecen a ablandarse, prestando atención a que no se queme.

Añadir la cebada escurrida y dejar que también ella se sofría sin quemarse a fuego medio/alto durante un par de minutos. A continuación incorporar el vino, remover y dejar que evapore. Una vez evaporado podemos cubrir la cebada con caldo vegetal y dejar cocer a fuego alto durante 5 minutos.

Cubrir la sartén u olla con una tapadera, bajar el fuego al mínimo y dejar cocer durante 30 minutos. Pero atención: es necesario destaparlo cada 5 minutos, añadir un poco de caldo si se está secando, mezclar y volver a tapar.

La decisión sobre cuanto tiene que quedar caldoso el resultado final es absolutamente personal y despenderá de cuanto caldo se va añadiendo al final. Además, dependiendo del sabor mas o menos concentrado del caldo será o no necesario salar la preparación. Lo mejor es probarlo.

Transcurrido el tiempo (y comprobado por seguridad que la cebada no está dura), apagar el fuego y distribuir el queso parmesano en polvo sobre la cebada. Mezclar. 

Si queda un poco seco o compacto se puede añadir ahora otro medio cucharón de caldo y mezclar
Dejar la olla tapada con el fuego apagado durante 5 minutos. Podemos aprovechar para preparar, si queremos, algunas hierbas frescas para añadirlas en el ultimo momento o decorar el plato. Creo que el tomillo fresco queda muy bien. Se puede, por el contrario, optar por darle un punto crujiente al plato con unos piñones tostados.

Servir en platos llanos y a comer antes de que se enfríe!

Diana MR

martes, 23 de febrero de 2016

Pizza



Hace años os propuse con muy buena voluntad mi receta de pizza. Pero los años pasan, he seguido viviendo en la patria de la pizza, he comido muchas (muchísimas) mas pizzas, he observado muchísimas veces mas cómo trabajan en las pizzerías y he estudiado. Así que, por petición popular, he decidido rectificar mi receta y enriquecerla con algunas curiosidades que me parecen interesantes.

Si Italia es la patria de la pizza (con el perdón de medio mundo, que cocina cosas parecidas si no iguales), Nápoles es su capital. La pizza en Nápoles es una cosa seria; tan seria que para poder decir que prepara la verdadera pizza napolitana, un restaurante debe cumplir una serie larguísima de normas contenidas en las 10 páginas del Código Disciplinar de la Asociación de la Verdadera Pizza Napolitana. El código impone parámetros severos sobre la calidad y la cantidad de los ingredientes, los materiales de construcción del horno, la dureza y el pH del agua, la temperatura y el tiempo de cocción, el diámetro y el espesor de la pizza, la procedencia del tomate, etcétera, etcétera, etcétera.
Os recomiendo encarecidamente la lectura del código (aunque está italiano) por curiosidad, pero os digo ya sin darle mas vueltas que no: no es posible hacer la verdadera pizza napolitana en un normalísimo horno doméstico. Necesitaríamos un horno de leña, que nos permita además hacer la pizza a los 485°C requeridos en 60-90 segundos. Pero claro, cuantos mas artículos del código consigamos respetar, mas auténtica quedará la pizza y, por tanto, mas buena (para el paladar, para el ánimo y para la digestión)

Así -inspirándome en el código disciplinar napolitano- hago la pizza en casa, así se la he recomendado a quien recientemente me lo haya preguntado y así os lo cuento ahora. Si os parece que he escrito una receta demasiado larga, armaos de paciencia. Y, si no tenéis tanta paciencia, es mejor que ni os pongáis a hacer pizza casera, porque la paciencia es el ingrediente más importante. Los demás son estos:

Ingredientes para la masa (para 3 o 4 pizzas individuales):

Agua: 330 ml, templada (no caliente!)
Harina: 600 gramos (de los cuales solo 3 cucharadas harina 0 y el resto 00)
Levadura FRESCA de panadería: 1 gramo*
Sal: 16 gramos (una cucharada)
Más harina para la mesa.

Así la preparo:

En un recipiente amplio pongo el agua y añado media taza de harina. El código impone añadir ahora la sal y disolverla bien en el agua, pero los escépticos podéis mezclarla con el resto de la harina a continuación. En esta mezcla acuosa disolvemos con la punta de los dedos la levadura y deshacemos los eventuales grumos de harina, dándole así a la levadura el tiempo para despertar de su letargo.

A continuación empiezo a incorporar el resto de la harina, mezclando con los dedos con calma. Este proceso debería durar unos 10 minutos, algo menos si usáis una amasadora. Quizás no os haga falta toda la harina, la masa no debe quedar demasiado seca y dura. Será suficiente que se despegue sin problemas de las paredes del recipiente y de las manos, pero quede blanda.

Incorporada la harina, vuelco la masa sobre una mesa, preferiblemente de madera, espolvoreada de harina y amaso durante un buen rato. Mientras con una mano sujeto la masa en la mesa, con la otra la estiro alejándola de mi y luego vuelvo a formar una bola. Y vuelta a empezar. Cuanto más tiempo se trabaja la masa mejor funciona la levadura y más buena y ligera será la pizza.
Termino el amasado haciendo una bola de masa, recogiendo todos los picos debajo de la misma, y la dejo sobre la mesa enharinada. La cubro con un trapo húmedo muy escurrido y me olvido durante un par de horas. Lo ideal sería que la temperatura de la casa no estuviera por debajo de los 25°C.

Pasadas las 2 horas, destapo la masa y empiezo a dividirla con un cuchillo o una espátula y a hacer los bollitos para cada pizza individual. La técnica que se usa para ello es muy particular, así que he seleccionado algún vídeo mucho más elocuente que mis palabras.

  • En este vídeo, el “pizzaiolo” no se preocupa mucho por que se vea claramente cómo lo hace, pero desde el segundo minuto del vídeo se ve mejor. Haz click aquí para verlo.
  • Estos “pizzaioli” lo hacen de una manera un poco diferente, pero el principio es el mismo: recoger todos los bordes del trozo de masa hacia el centro formando una bola con la superficie lisa y tirante. Haz click aquí para verlo.


Una vez que he terminado de dividir toda la masa en bollos de entre 180 y 250 gramos, los coloco bien separados en una bandeja y los cubro con el paño húmedo o con película de cocina engradasa poco tirante, sin ejercer presión. Los dejo reposar a temperatura ambiente entre 4 y 6 horas. Es decir, si hacéis todo esto a la hora del almuerzo, comeréis unas pizzas estupendas para cenar.

Llegada la hora de cenar, lo primero es encender el horno a la máxima temperatura posible. Cuando está caliente, empiezo a preparar las bases: con una espátula despego un bollito de la bandeja y lo coloco boca abajo sobre la mesa enharinada. No uso el rodillo para extenderlo, sino que empiezo a presionar la masa desde el centro hacia los bordes, para que las burbujas creadas por la levadura se desplacen hacia allá y allí se queden esperando su momento para formar el borde apetitoso de la pizza.
  • Para explicar mejor esto, he encontrado otro vídeo que os va a gustar. Si escucháis con atención, comprenderéis sin problemas que cuando dice “non così, così” está explicando que tiene la mano derecha (a la izquierda de la pantalla) cerca de la mesa. No es pan comido, pero lo importante no es que lo hagamos así de bien en casa, sino que sepamos cual sería la perfección. Haz click aquí para verlo.
Una vez extendido el disco de masa (o el oval, o el rectángulo, o lo que mejor se adapte a nuestros gustos o necesidades), paso las manos por debajo de la masa, con las palmas hacia abajo, y la levando y coloco en la bandeja del horno. La aliño al gusto, la rocío con un chorrito de aceite de oliva y sal.

El código disciplinar de la pizza napolitana establece que la llamada Pizza Marinara sea aliñada con tomates, ajo, orégano, sal y aceite de oliva, mientras que la llamada Pizza Margherita contenga tomates, mozzarella, albahaca, sal y aceite.
Mi recopendación: patata rallada, aros de cebolla, parmesano, sal y aceite.

En mi horno (que ha vivido tiempos mejores) tarda unos 10 minutos en dorarse adecuadamente. Estará lista cuando, presionando el borde dorado, este se aplastará pero volverá a su forma original rápidamente. Desgraciadamente mi horno no podrá darle jamás a una pizza ese toque un poco “carbonizado” que en obtendría en un minuto en un horno a leña sin perder la ternura del interior del borde, pero será de todos modos un manjar espectacular.


* 1 gramo de levadura fresca... ni se te ocurra ponerte a pesarlo! Si la pastilla que has comprado es de 25 gramos, córtala por la mitad y esta mitad de nuevo en 2 y de nuevo en 2, y son 3 gramos. Corta un trocito de eso que sea mas o menos un tercio y eso es lo que necesitarás para hacer esta pizza. Si te has acordado tarde de querer hacer pizza, usa mas levadura para reducir el tiempo de reposo, pero eso empeorará la calidad y el sabor de la masa, así que intenta no pasarte. Para hacer pizza no uses nunca más de 25 gramos por kilo de harina. Pero realmente mi consejo es que, si hoy no tienes tiempo, prepares la masa con poca levadura, la metas en el frigo y mañana será otro día.

Nota: si usas una amasadora, usa el accesorio gancho. Si usas la panificadora, usa el programa para "masa", sin cocción, y luego prosigue con la receta desde la división de los bollos.


 Diana Manzanares Ruiz

miércoles, 25 de marzo de 2015

Presentaciones con hojaldre 2: Caracolas

Ahora que dominamos la técnica del hojaldre y que hemos presentado nuestro platos con unos sencillos pero resultones vol-au-vent, experimentemos algo un poco diferente. Por ejemplo estas caracolas.



Necesitaremos unos conos metálicos para repostería. Pero si no los tenéis, que no cunda el pánico: haced como yo, unos conos con un trozo de papel de aluminio doblado varias veces. El cono debería ser de unos 10 cm de longitud y unos 3 o 4 de diámetro de la base. Aunque el hojaldre se despega mucho mas facilmente del cono metálico que del de papel de aluminio, funcionaràn bien.

Extendemos un trozo de hojaldre hasta un espesor de medio centímetro. Con un cuchillo o una rueda para pizza cortamos tiras de unos 2,5 cm de ancho y 25 de largo (es aproximado!). Pintamos las tiras con huevo, extendiéndolo bien para que queden bien empapadas pero sin charcos. Os aconsejo que pintéis como mucho 4 cada vez, para que no se sequen mientras estáis enrollándolas en los conos. Es este el paso sucesivo: enrollar estas tiras en los conos.



Es sencillo respetando estas pautas:
Acercamos en cono a la mesa, No la tira de hojaldre al cono. No tires por ningún motivo de la pasta.
Apretándolo ligeramente con los dedos, pegamos la extremidad de la tira cerca de la punta del cono. Giramos el cono de manera que la tira se enrolle a su alrededor. Sin tirar, guiamos el hojaldre intentando que cada vuelta se sobreponga a la anterior al menos un centímetro, avanzando hacia la base del cono. Cuando la tira esté completamente enrollada apretamos la extremidad pegándola a la última vuelta. Ponemos el cono en la bandeja del horno forrada, con la extremidad de la masa hacia abajo. Y repetimos con todos los conos, colocándolos bien distanciados.

Si serán utilizados para crear un dulce, podemos espolvorizar con azúcar glass. Si formarán parte de un plato salado se pueden cubrir con unas semillas de sésamo, de amapola o de lino.

Horneamos entre 200 y 220°C hasta que estén bien dorados. No intentéis quitar el cono metálico hasta que no se enfríen, se romperían.




Se pueden rellenar de crema con una manga pastelera. Crema pastelera o crema de queso y salmón, nata o mousse de paté, la elección es vuestra.

Diana MR

miércoles, 18 de marzo de 2015

Presentaciones con hojaldre 1: el vol-au-vent

Después de presentaros la receta base del hojaldre, esta es la primera de varias entradas en las que os propondré diferentes maneras de usar el hojaldre para presentar nuestros platos.



El vol-au-vent ("volovan" para los amigos) es una tartaleta cilíndrica muy ligera (por eso "se la lleva el viento") que puedes rellenar a placer osando en originales presentaciones como plato frío o templado, como tapa, como entrante, como acompañamiento,...

Necesitamos solo un trozo de hojaldre, huevo, brocha y 2 cortadores redondos.

Se extiende con el rodillo la masa hasta un grosor de 5 milímetros. Para cada "volovan", cortamos 3 círculos de unos 6 cm de diámetro. A dos de ellos le haremos un agujero en el centro con un cortador redondo de unos 4 cm (está claro que haréis los volovanes del tamaño que queráis). Con las pintas de un tenedor, agujerearemos la base sin agujero y la pintaremos con huevo. Pondremos encima uno de los círculos con agujero, pintaremos con huevo y repetiremos la operación con el segundo circulo con agujero. Cada vez que pintemos con huevo el hojaldre es importante hacerlo sobre la superficie horizontal porque si pintamos la parte lateral bloquearemos las capas que se tienen que separar durante la cocción para que el hojaldre crezca.
Sobre una bandeja antiaderente o papel de hornear, coceremos los volovanes en el horno precalentado a 220°C hasta que estén dorados, unos 15-20 minutos dependiendo del horno.
Conservàndolos a salvo de la humedad, se pueden preparar hasta con varios días de adelanto.




En esta versión improvisada, preparé un revuelto de zanahoria rallada, surimi picado, mayonesa y un poco de mostaza fuerte y ketchup. Terminé con un trozo de pera crujiente y unas hojas de valeriana.

En la versión que una vez me recomendó mi amigo Mariano, se pone un medallón de queso de cabra en el fondo del volovan y se cubre con un estrato de carne (preparada a parte, bien sofrita, con sal y pimienta, etc.). Se termina con un poco de crema de camembert y cebolla crujiente y se pasa por el horno el tiempo necesario para que los quesos se fundan un poco sin llegar a humedecer el hojaldre.

Nota: si bien es verdad que el hojaldre no se puede volver a amasar una vez extendido, los retales que os sobrarán no se tiran! una idea es amontonarlo, volverlos a extender juntos y recabar de ellos los círculos para las bases (el circulo sin agujero, que no necesita crecer mucho) o incluso cortar círculos para hacer minipizzas crujientes.

DianaMR

sábado, 7 de marzo de 2015

Hojaldre

Me parece increíble que hayamos esperado hasta marzo para lanzar la primera receta del 2015... Pero es comprensible: en estos tiempos es todo un corre que te pillo, no tenemos tiempo para nada! Sin embargo, de vez en cuando tendríamos que tomarnos un respiro y dedicarle un rato a alguna de esas cosas en las que normalmente no perderíamos el tiempo... Por ejemplo... hacer nosotr@s mism@s un poquito de hojaldre casero para tus recetas! No es para nada tan complicado como al principio se piensa. Claro, es mas fácil si tenemos una amasadora, pero sin ella también es posible y fácil.

Necesitaremos:

500 gr de harina
500 gr de mantequilla ( mejor, 400 gr margarina y 100 mantequilla, pero lee el *)
15 gr de sal
Aproximadamente 150 ml de agua


* Mantequilla o margarina: sería mejor usar al menos 3/4 de margarina porque la mantequilla le da un sabor muy intenso que no queda bien con todas las preparaciones. Pero es muy importante que no sea margarina de la de untar sino esa en bloques, que se mantiene mas dura después de trabajarla.


Preparación:

Empezaremos con la mantequilla/margarina. Tenemos que amasarla junto a 1/3 de la harina (unos 150 gr está bien). Haremos que la mantequilla fría sea mas manejable cortándola en trozos que pondremos sobre la mesa y aplastaremos con un puñetazo (si si). A continuación amasamos hasta crear una masa homogenea. Si tenemos amasadora usaremos el gancho. Si no, usaremos las manos y seremos muy rápidos para no calentar la masa. Dispondremos esta pasta formando una especie de ladrillo sobre uno de los papeles de la mantequilla, por ejemplo, o cualquier superficie limpia y pasaremos la otra parte de la masa.



La otra parte consiste en disolver la sal en unos 50 ml de agua, con la que empezaremos a amasar la restante harina, añadiendo poco a poco el resto del agua, solo la necesaria para conseguir una masa poco pegajosa pero blanda cuanto la otra masa. Dejamos reposar un rato, unos 10 minutos.



Enharinando la superficie de trabajo cuando sea necesario, con ayuda de un rodillo, extenderemos la segunda masa obteniendo un cuadrado suficientemente grande como para envolver la masa de mantequilla como si fuera una tableta de chocolate (mirad la foto)



Delicadamente, golpearemos la masa suavemente con el rodillo, manteniéndolo parelaleo a la superficie, primero paralelamente al borde de la mesa, luego perpendicularmente la borde de la mesa. Esto servirá a adherir las 2 masas uniformemente. Ahora podremos extenderla creando un rectángulo del doble de largo que de ancho, de medio centímetro de grosor.

Doblaremos a continuación el rectángulo como veis en la foto, en 4 (llevando las extremidades al centro y luego cerrándolo como un libro). Ahora giraremos la masa colocando el lado abierto en frente, en el lado mas lejano a nosotros, y volveremos a extender y doblar. Extenderemos y doblaremos por un total de 4 veces (4x4), dejando si es posible que la masa repose unos 20 minutos en el frigorífico entre doblez y doblez.



Por último, envolveremos el bloque obtenido con película de cocina y lo dejaremos un día (o al menos 8 horas) en el frigorífico antes de lanzarnos con nuestras recetas preferidas. Recordad que tendremos que extender el hojaldre sin volverlo a amasar porque se perderían todas las hojas que tanto trabajo nos ha costado doblar. Sin embargo os puedo sugerir algunas recetas para reutilizar los retales que os sobren.

Poco a poco os iré proponiendo algunas recetas a base de hojaldre que os harán sentir orgullosos de lo que se puede hacer con un poco de tiempo. Os aseguro que, si os dais el capricho de un poco de tiempo en la cocina, extender y doblar puede ser muy relajante!

Diana Manzanares Ruiz

jueves, 27 de noviembre de 2014

Pollo Tikka Masala




Simplificando si historia, la receta de Pollo Tikka Masala es típica de la India y zonas limítrofes, pero estoy segura de que si algún indio leyese mi receta se llevaría las manos a la cabeza por sus inexactitudes. En realidad no importa si lo llamamos Tikka Masala, o Pollo Exótico, o Pollo con especias; lo importante es que la probéis porque es un plato de verdad delicioso. Sentiros libres de jugar con las cantidades de las especias para adaptar el plato al gusto de los comensales. Las cantidades que aquí os muestro son solo aproximativas, es mas, yo lo hago a ojo y según lo que me apetece ese día...

Ingredientes:

Pechuga de pollo: 500 gr, cortada en tiritas o en dados de entre 2 y 3 cm de lado

Ingredientes para marinar:

Yogurt natural: medio vasito, o la misma cantidad de nata o nata vegetal.
Granos de comino: una pizca
Comino en polvo: 1 cucharadita
Jengibre: un trozo de 2 cm, rallado (no hace falta que lo peléis)
Ajo: 2 dientes, rayados
Zumo de limón: 2 cucharadas
Garam masala: 1 cucharada
Semillas de cilantro en polvo: media cucharadita
Pimentón dulce, especias para pincho, curry, canela, cúrcuma: si no habéis encontrado "garam masala" abundad y añadid clavos en polvo, pimienta y cardamomo.
Mostaza fuerte, si tienes un paladar aventurero, una cucharada

Ingredientes para la salsa:

Leche de coco, o nata líquida: 1 vaso
Tomate triturado: medio vaso
Cebolla: 1 mediana
Pimiento: un trozo, pelado
Aceite o mantequilla
Garam masala: 2 cucharaditas
Pimiento picante molido, Harissa o pimienta de cayenna: 1 cucharadita
Curcuma: 2 cucharaditas
Sal (o salsa de soja) y pimienta



Preparación:

Mezclar en un recipiente el pollo con todos los ingredientes para marinar, cubrir y dejar reposar en el frigorífico durante algunas horas o, aun mejor, toda la noche.
Pasado este tiempo, picar el pimiento y la cebolla muy finos y sofreirlo en una sartén amplia con el aceite o la mantequilla, cuidando que se ablanden antes de dorarse. Cuando estén dorados, añadir el pollo y cocinarlo con el fuego medio/alto, moviéndolo de vez en cuando, hasta que cambien color, sellandose bien. 
Añadir los ingredientes para la salsa, mezclar, cubrir con una tapadera y dejar cocer durante 20 minutos a fuego bajo, dándole una vuelta de vez en cuando. Si os parece que queda un poco seco añadid un chorrito de agua caliente.

Para acompañar:

Creo que lo que mejor acompaña el pollo tikka masala es el arroz basmati. Yo cuezo un vaso de arroz con abundante agua (podeis hacerlo al vapor, pero yo prefiero así), 2 estrellas de anís, unos cuantos clavos y poca sal.

Para saciar también vuestra curiosidad, pinchad (con el ratón, no con el tenedor) sobre los links!

Diana Manzanares Ruiz

lunes, 20 de octubre de 2014

Muslos de pavo picantes


Ingredientes para 4 personas:

Muslos de pavo: 2
Aceite: 50 ml
Vinagre: 25 ml
Tabasco: 3 cucharaditas (atención, si no lo quieres MUY picante reduce la dosis!)
Salsa de soja: 3 cucharaditas
Pimentón dulce: 3 cucharaditas
Oregano seco: 1 cucharadita
Miel: 1 cucharadita
Lima: 1, zumo y rayadura
Jengibre fresco: un trozo de 2 cm rayado (con piel)
Ajo: 4 dientes
Pimientos picantes redondos: 2 (para mi gusto)

Preparación:

Foto de www.moriconifrutta.it
Lo primero que os quiero decir es que nada es obligatorio. He  usado este tipo de pimiento picante, pero vosotros podeis usar otro tipo. Y, aunque useis el mismo tipo, nada nos dice que sean igual de picantes. Así que teneis que es mejor que decidais vosotros mismos la cantidad. Ajustad también a vuestro gusto la cantidad de tabasco. Tres cucharaditas es el máximo que yo puedo soportar!

 Limpiar y picar finamente los dientes de ajo y los pimientos picantes. Mezclarlos junto a los demàs ingredientes del aliño durante un minuto en una fuente amplia y remojar en la salsa optenida los muslos de pavo. Cubrir la fuente con película transparente y dejar marinar varias horas (a ser posible toda la noche si es para el día o viceversa)
Calentar el horno a 200°C. Poner los muslos en una bandeja para horno y cubrir con la salsa en la que se ha marinado. Hornear aproximadamente 1 hora y 30 minutos, dependiendo del tamaño de los muslos. Podeis aprovechar para poner alrededor algunas patatas para que se asen juntos.

Lo mas sencillo y limpio serà servirlo "desmigado" para evitar de maldecir los tendones del pavo en la mesa. Antes de poneros a limpiarlo dejad que se enfrìe un poquito, claro.


Es una receta inspirada al "Peri peri chicken" de Lorraine Pascale, pero sin pollo ni pimientos "peri peri", adaptada como siempre a mi despensa. Espero que os guste!

Diana MR

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Tarta de chocolate y peras



Para este dulce, personalmente, prefiero la variedad de pera Seckel (pequeña y crujiente) cuando empieza a ser bastante madura y menos crujiente, aunque para la tarta de la foto utilicé peras Williams o Bartlett. Prefiero el resultado de las primeras porque queda un sabor mas delicado y una textura menos granulosa, pero cualquier tipo de pera con la pulpa madura pero compacta quedará bien.

Ingredientes:

Peras: 700 gramos
Huevos: 4
Harina: 200 gramos
Levadura química: 1 cucharadita y media
Mantequilla: 170 gramos
Chocolate negro: 200 gramos
Vino dulce tipo Moscatel

Preparación:

Forrar un molde redondo de 24 cm de diámetro aproximadamente.
Pelar las peras, cortarlas en gajos de unos 2/3 cm de dorso. Ponerlos en un plato grande y regar con vino dulce, unos 2 vasos. Dejar reposar.
Derretir en el microhondas el chocolate junto a la mantequilla, ambos troceados, removiendo cada 20 segundos.
Montar los huevos a temperatura ambiente junto al azúcar hasta que estén claros, espumosos y llenos de aire. Delicadamente, añadir la harina cernida junto a la levadura, cucharada a cucharada, mezclando con cuidado para no desmontar los huevos mas del necesario.
Con la misma delicadeza si no mas aún, incorporar el chocolate derretido, poco a poco, removiendo de abajo hacia arriba con una espátula.
Verterla mitad de la masa en el molde. Colocar los gajos de pera (escurridos del vino) radialmente formando un estrato y cubrir con el resto de la masa. Si os han sobrado algunos gajos (y os recomiendo que os sobren), colocadlos formando una estrella sobre la tarta, espolvoreandolos luego con un poco de azúcar. Esta última capa de fruta harà que el centro quede hùmedo, recordando a las tartas con corazòn lìquido... buenisimo!!!
Hornear durante 40 minutos a 180 °C (horno ya caliente, claro)
Enfriar hasta que sea posible desmoldarlo y terminar de enfriar sobre una rejilla. Espolvorear con azúcar glass y... a merendar!

Diana MR

martes, 8 de julio de 2014

Albóndigas de berenjena



Permitidme que pase momentaneamente la página de los dulces, por mucho que yo misma la lleve por bandera. Hace algunos días una chica dominicana me habló de esta receta muy típica en su casa y en su país de origen. No me dio todos los detalles pero yo soy una mujer curiosa y he investigado. He encontrado on line infinidad de versiones y al final he creado la mía, principalmente simplificando. Mientras las hacía, he probado varias variaciones; algunas os las narraré en la nota final ¡Creo que os gustará tanto como a mi!

Ingredientes:

Berenjenas grande: 2
Pan rallado: 120 gramos (+ rebozado opcional)
Cebolla muy picada: 1 cucharada
Perejil picado: 1 cucharada
Huevo: 1 (opcional)
Sal y pimienta
Aceite para freír
Sal gorda para terminar

Preparación:

Asar con antelación las berenjenas, hace falta que estén frías antes de continuar elaborando las albóndigas. Pelarlas, picarlas con el cuchillo y escurrirlas un poco, pero sin agobiarse ya que el pan rallado absorberá la humedad.
Unir los demás ingredientes y mezclar perfectamente y dejar reposar 10 minutos antes de hacer bolitas del tamaño que prefiráis. Las mías son de unos 3 ó 4 centímetros de diámetro. Es el momento de freírlas, pero antes yo prefiero darles unas vueltas en pan rayado para que se cree una corteza más crujiente agradable al paladar y a la vista, que hace que la albóndiga preserve su forma y no absorba demasiado aceite. Así pues, freír en aceite de oliva bien caliente.
Escurrir sobre papel absorbente y servir, sazonando con sal gorda ya que la sal fina podría hacer que la corteza se humedezca y pierda su consistencia crujiente.




Rizando el rizo:

Estas albóndigas ya están para comérselas, pero si queréis rizar el rizo y preparar algo más complicado podéis preparar un pisto o una simple salsa de tomate no demasiado espesa e ir metiendo ordenadamente en ella las albóndigas conforme se van sacando del aceite de freír. Otros 5 minutos de cocción junto a la salsa, evitando remover para que no se deshagan, aseguran la unión perfecta de los sabores.
El plato obtenido ya es perfecto por si solo, con un buen trozo de pan ¡pero podemos exagerar aún mas! En la foto anterior os muestro unas caracolas gigantes, un formato de pasta perfecto para rellenar. He  cocido la pasta escurriéndola con 2 minutos de adelanto, las he enfriado bajo el agua lo justo para no quemarme los dedos. He puesto un poco de salsa en el fondo de una fuente para horno y una albóndiga dentro de cada caracola. He terminado con un buen puñado de parmesano rayado y un chorrito de aceite, sal y pimienta, y lo he metido en el horno a 200°C durante 10 minutos más otros 5 con grill. Una maravilla...

Notas:

Si habéis decidido "rizar el rizo" no os aconsejo que las friáis sin pan rallado. Quedarían demasiado blandas y se desmoronarían al primer hervor.
El huevo es absolutamente opcional, se puede eliminar sustituyendo una parte de pan rayado con harina o fécula. Sería una óptima solución "vegan". No obstante, a mi el huevo me gusta y me gusta la consistencia que da a las albóndigas.
Para qué engañarnos, cuando las mordáis, sobre todo sin salsa y con costra de pan rayado, os recordarán a las roquetas caseras. Nada nos impide que las hagamos alargadas y las llamemos croquetas, lo que prefiráis. 
¡Buen provecho!

Diana Manzanares Ruiz



martes, 6 de mayo de 2014

Tarta de piña



Ingredientes:

4 huevos a temperatura ambiente
Media taza de azúcar
1 taza de harina
100 gramos de mantequilla derretida (no caliente)
1 lata de piña en su jugo
Ralladura o aroma de limón.






Preparación:

Calentar el horno a 180°C
Forrar un molde redondo de 24 cm con papel para horno.
Escurrir las rodajas de piña reservando el jugo. Cubrir todo el fondo del monde con una capa de rodajas de piña, colocadas con gracia, porque al final quedarán encima de la tarta. Reservar.
Montar los huevos con el azúcar hasta que se transformen en una espuma blanca y voluminosa.
Añadir poco a poco la mantequilla derretida, montando.
Incorporar delicadamente la harina: se puede hacer con el accesorio hoja de la amasadora, si la tienes, pero cuidado con no mezclar demasiado y que se baje, como me ha pasado a mí en la de la foto... Es que se me fue el santo al cielo colocando la piña.
Cubrir la piña con la masa obtenida y nivelar con una cuchara.
Hornear a 180°C durante media hora.
Todavía caliente, girar la tarta en un plato, retirar con cuidado el papel y, con un pincel, mojar delicadamente la tarta con el jugo de piña.

Esta tarta permite muchas variantes, cambiando solo la fruta. Tened en cuenta que, estando la fruta encerrada bajo el bizcocho, toda la humedad que perderá no se evaporará sino que impregnará la tarta dándole todo su perfume...

Diana MR

lunes, 27 de enero de 2014

Trufas de chocolate blanco con cookies



Ingredientes:

Chocolate blanco: 450 gramos
Nata o leche condensada (elige ésta última si quieres un resultado aún más dulce): 150 gramos
Galletas Chips Cookies o similar, molidas: una taza y media.

Preparación:

Picar finamente el chocolate. Ponerlo junto a la nata o la leche condensada en un recipiente adecuado para el baño María y... ¡a ello! Es muy importante que la temperatura del agua del baño María no sea demasiado alta. Lo ideal sería que no superara los 50/60 grados centígrados. Apaga el fuego siempre que notes que el chocolate se está calentando rápidamente: el chocolate blanco, si se calienta a temperatura demasiado alta, se "quema" y la manteca de cacao se separa del resto quedando todo para tirarlo a la basura.
Cuando el chocolate esté completamente derretido y la crema homogénea, alejar de cualquier fuente de calor y añadir la mitad de las galletas molidas. Mezclar bien.
Dejar enfriar a temperatura ambiente. Podéis ponerlo en el frigorífico, pero si os pasáis de tiempo la mezcla estará demasiado dura, será muy difícil trabajarla y tendréis que volver a esperar que vuelva a temperatura ambiente...
Tomad una cucharilla, dos, o un "sacabolas" de los que se usan para hacer bolas de melón u otras frutas. Yo utilizo una mini-cuchara para helado de 3 cm de diámetro. Empezad a hacer bolitas de la pasta obtenida. Redondeadlas con la palma de la mano y, conforme las preparáis, rebozadlas con las galletas trituradas que os han quedado.  Et voila! ¡Metedlas un ratito en el frigo y están listas para disfrutar!

Diana MR

lunes, 12 de agosto de 2013

Pan de ajo


Normalmente, cuando se habla de pan de ajo, se habla de rodajas de baguette "aliñadas" en un modo particular con ajo y perejil. En este caso se trata de algo diferente: un pan amasado y cocido con ajo y perejil en su interior, que puede ser utilizado como pan corriente o para hacer entrantes y fingerfood, o cualquier otra cosa que se os ocurra.

Atención, advierto que es una receta dedicada a todos aquellos que utilizan la máquina panificadora. Para ello especificaré el programa que se ha de seleccionar. Pero, claramente y como he dicho en otras ocasiones, nada os impide que lo amaseis a mano y cozáis en el horno. Si así lo hacéis, os recuerdo que hay que respetar el tiempo que emplea la levadura en duplicar el volumen de la masa. El tiempo de cocción en horno dependerá de la forma que daréis al pan. Os aconsejo, eso si, concerlo a temperatura bastante alta para que no se seque demasiado.


Ingredientes:

Agua: 250 ml
Aceite de oliva: 1 cucharada y media (23-25 ml)
Sal: 1 cucharadita
Azúcar: 3 cucharaditas
Leche en polvo: 2 cucharadas
Harina 0, Manitoba o de fuerza: 455 gramos
Levadura de cerveza deshidratada, en polvo: 1 cucharadita
Ajo: 2 dientes pequeños o uno grande, sin piel y muy picados
Perejil fresco (2 cucharadas) o seco (una cucharada abundante)

Preparación:

Poner todos los ingredientes en el orden en el que los he citado en el cesto de la panificadora. Cerrar la tapadera. Conectar la máquina y activarla en el programa para pan blanco o para pan blanco rápido, 750 gramos, doradura media.
Finalizado el programa, extraer el pan de la máquina y dejarlo enfriar sobre una rejilla.

Espero vuestros mensajes: cómo lo acompañarìais vosotros?

Diana MR

jueves, 4 de julio de 2013

Tutorial: Moldes para helado paso a paso

Os parecerá inconcebible una entrada tan banal como ésta, pero sinceramente me gustaría que se me hubiera ocurrido antes: habría ahorrado el tiempo que he pasado buscando moldes para helado del tamaño que prefiero. 
Creo que es una de esas cosas tan simples que son un poco geniales... así que seguro que ya está mas que inventada. De todas maneras, aquí os presento mi idea para realizar helados de palo (polos!) de forma y tamaño agradables, usando solo cosas que normalmente tenemos en casa.

Paso 1: la plantilla



La primera cosa que tenemos que hacer es coger un vaso de plástico desechable y dibujarlo "en 2 dimensiones" sobre un cartón. Para ello tenemos que medir el diámetro de la base, el diámetro de la apertura y la altura del vaso. A partir del lado que representa la apertura del base dibujamos un rectángulo de lado aproximadamente la mitad del diámetro de la apertura, como si fuera el palo de un polo! Para hacer el dibujo, yo prefiero usar papel cuadriculado y luego copiarlo en el cartón. Recortaremos todo el contorno y cortaremos el rectángulo por la mitad como veis en las fotos. Además cortaremos 2 ranuras pequeñas a los lados del corte hacia la mitad de la lengüeta que resulta. Mirad las fotos, lo entenderéis mejor.

Paso 2: plastificar el separador



Este cartoncito nos servirá para dividir el vaso en 2 cavidades para 2 helados iguales. Como estará en contacto con el helado, es necesario plastificarlo. Usamos film transparente de cocina. Apretar bien para que no queden protuberancias y cortar lo que sobre. 

Paso 3: Llenar el vaso 



Llenamos el vaso de plástico más o menos a 3 cuartos de la capacidad. En la red encontrareis infinidad de recetas de helado. Pero la verdad es que lo que veis en la foto es una cheesecream que sobró de glasear unos cupcakes al Oporto. Mi sugerencia: puré de fruta fresca!

Paso 4: Dividir los helados



Para hacer de un vaso 2 helados iguales basta hundir el separador hasta el fondo en el vaso. Debería encajar perfectamente ya que está hecho a medida... Doblamos las 2 lengüetas hacia los lados: servirán para sujetar los palos de helado.

Paso 5: Los palos



Hundimos los palos de helado CASI hasta el fondo del vaso cuidando que queden centrados. Para que no se muevan, los fijamos en las ranuras que cortamos en las lengüetas del separador de cartón. Fijamos las lengüetas al vaso con un poco de cinta adhesiva.

Paso 6: Al congelador



Cubrimos los helados para que no caiga nada dentro y para protegerlos de los olores de otros alimentos que tengamos en el congelador. Y allí los introducimos. Paciencia! Tienen que congelarse completamente antes de poder sacarlos, calentarlos un poco entre las manos y desmoldarlos!


DianaMR